Más actual que nunca, los derechos de las amas de casa se defienden en todos los ámbitos

La ley 13010, aprobada el 9 de setiembre por el congreso y promulgada el 23 de setiembre de 1947 fue el compromiso de Perón en las elecciones de 1946. Y aseguró que millones de mujeres por primera vez tuvieran voz y voto en las elecciones de 1951, pero aún más, permitió que hubiera diputadas y senadoras en el Congreso Nacional por primera vez en nuestra historia, no por casualidad, todas ellas en representación del peronismo.

En un emotivo encuentro en las calles con miles de mujeres, Evita entrega el texto de la ley convocando a todas las argentinas a hacerla realidad y se conforma el Partido Peronista Femenino, las delegadas censistas, centenas de militantes se distribuyen en todos los rincones de la Patria para que cada una de las mujeres pudiera empadronarse y tener, por primera vez, el documento de identidad que, no por casualidad, se llamó Libreta Cívica.

Evita, pionera en unir la lucha por la Justicia Social, que necesariamente debe incluir la equidad entre mujeres y varones, reunía así los dos mundos que hasta entonces parecían divorciados: el mundo de lo público y el mundo de lo privado y propone en el capítulo Una Idea, del libro La Razón de mi Vida, que a las mujeres cuando se casen, se les asigne un ingreso mensual, financiado con el aporte de todas las personas que tienen ingresos, sean mujeres o varones. Fundamenta su propuesta en que la tarea más importante de constituir un hogar y hacer comunidad, no puede estar desvalorizada y dejar a la mujer por fuera de las protecciones de los demás trabajadores. “Las mujeres, como los pueblos, las naciones y los gobiernos, si no son económicamente independientes, nadie les reconoce derechos” y menciona además, que a veces parece que “la ley termina en la puerta de la casa”, adelantándose en más de 65 años al movimiento masivo llamado Ni Una menos, destinado a luchar contra la violencia hacia las mujeres.

Desde el Sindicato de Amas de Casa, cuando hace 39 años retomamos las banderas de Evita, fuimos parte de cada uno de los logros en materia de equidad entre mujeres y varones, que enorgullece a nuestro país, y en el año 1997, siendo diputada nacional la compañera Nélida Parra, impulsamos en el Congreso la ley que establece el 23 de setiembre como Día Nacional de los Derechos Políticos de las Mujeres.

Hoy, como ayer y como mañana, sabemos que el mundo de lo público y de lo privado no distingue sexo ni género para demandarnos compartir derechos y responsabilidades.

Saludamos a todas las mujeres de la Patria en este día y las invitamos a compartir este lugar para que el trabajo doméstico con el que cada una convierte su casa en un hogar, tenga el reconocimiento social y económico que será la piedra basal de una Patria justa libre y soberana.