EMPRENDEDORAS
Aquel año, a partir de un relevamiento, salió a la luz que del total de emprendedores la mayoría eran mujeres que trataban de buscar salidas a la pobreza a través de microemprendimientos en el hogar, como una tarea agregada a su trabajo de amas de casa.
Nuestro sindicato también estaba integrado por amas de casa y esta coincidencia espontánea marcó el inicio de la relación con el BPBF, cuyos tres grandes objetivos son: recuperar los valores solidarios, promover una comunidad organizada, y generar trabajo a partir de autoempleo.
Para la implementación del banco, el Ministerio de Desarrollo firma convenios con las organizaciones encargadas de llevar adelante la iniciativa –el SACRA es una de ellas–, las que a su vez acuerdan con las organizaciones ejecutoras locales que se constituyen en bancos populares.
Cada organización ejecutora conforma un equipo para capacitar y acompañar a los emprendedores en la formulación de proyectos y el proceso de fortalecimiento sociopolítico que se activa con la propuesta.
Los créditos son individuales pero se requiere armar una garantía solidaria y un grupo de cinco personas que se reúnen periódicamente en la vida de centro, un espacio donde devuelven el crédito, analizan, mejoran sus emprendimientos de manera colectiva y abordan los problemas en su comunidad.
El compañerismo, la confianza, la lealtad, la palabra –todos ellos valores silenciados durante décadas de neoliberalismo–, fueron recreándose y reproduciéndose gracias a este programa. Así surgieron las Amas de Casa Emprendedoras, una experiencia que puso en valor nuestros conocimientos y saberes.
Desde el SACRA organizamos y capacitamos a centenares de compañeras que han podido mejorar su calidad de vida mediante la generación de una fuente de trabajo que las tiene como protagonistas. El SACRA – Área Metropolitana fue la primera organización en otorgar los microcréditos del “Banquito de la Buena Fe” a mujeres residentes en la Ciudad de Buenos Aires.
El BPBF generó el surgimiento de nuevos interlocutores sociales como la Red Nacional de Organizaciones del Banco Popular de la Buena Fe, un espacio integrado por las organizaciones de todo el país vinculadas a través de la experiencia.
Además del otorgamiento del pequeño préstamo solidario, nuestro sindicato brinda capacitación en la organización de emprendimientos, administración y, sobre todo, derechos. Y también el acompañamiento a las emprendedoras para ir creciendo en cantidad y calidad de producción y en asociatividad.
Cada año realizamos campañas de difusión para que se acerquen interesadas a nuestra institución. Una vez convocadas les explicamos en qué consiste el programa y luego se conforman grupos de emprendedoras para que intercambien experiencias. La idea es incentivar a las mujeres a crear su propio empleo, a dejar de lado la reventa y producir sus productos en base a sus conocimientos e iniciativa.
Desde el SACRA, a través de las promotoras de la Red, ayudamos a confeccionar la carpeta de proyectos a cada emprendedor y también les pedimos toda la documentación necesaria. Los emprendimientos han sido diversos: artesanos, profesores, vendedores, revendedores, personas que brindan servicios de reparación, otras que ofrecen servicios de belleza.
Las y los participantes han podido incorporar las herramientas que se ofrecen en el programa, fundamentalmente las estrategias de trabajo en cooperación y el desarrollo de sus potencialidades solidarias. El impacto de esto se vio reflejado no sólo en lo productivo sino también en lo personal, ya que significó un proceso de toma de conciencia.
Desde indumentaria para mujeres y niños en lana, tela y cuero, hasta accesorios, bijouterie y adornos para el hogar, la feria reúne muchos de los productos que fabrican las emprendedoras del Sindicato.
A partir de nuestra intervención como sindicato en el debate organizado por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca con mujeres rurales de todo el país, en el marco del Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial (PEAA), podemos decir con orgullo que el SACRA es la garantía para que el PEAA tenga esa perspectiva de género que significa la igualdad de oportunidades y la ampliación de las fronteras al interior de los hogares rurales de nuestra querida Argentina.
CAPACITACIÓN
Podés averiguar en tu filial más cercana para asesorarte con cualquiera de estas opciones.
DEFENSA DEL CONSUMIDOR
Las mujeres decidimos sobre más del 90 por ciento del presupuesto familiar y participamos activamente en el resguardo de nuestra economía. Desde el SACRA defendemos el cumplimiento de la Ley de Defensa del Consumidor que establece nuestro derecho a:
- Trato digno, sin abusos ni humillaciones;
- Alimentación saludable y variada en una cultura de soberanía alimentaria;
- Información clara, gratuita y oportuna;
- Productos que tengan el Sello de Seguridad Argentino;
- Rescindir contratos por el mismo medio en que se suscribieron,
- Y exigir que se respete lo ofertado en la publicidad.
Las amas de casa trabajamos para seguir difundiendo el conocimiento, la discusión y el ejercicio de los derechos del consumidor, a los que reconocemos como una parte fundamental del sistema que en la Argentina protege a nuestras familias y que trata de asegurar alimentación de calidad, servicios públicos, tarifas accesibles a los trabajadores y prestación de servicios de salud.
La educación y capacitación en consumo y una perspectiva de derecho resultan vitales para afianzar la formación de ciudadanos y ciudadanas comprometidos con su comunidad. Por eso acompañamos los programas de la Subsecretaría de Defensa del Consumidor tendientes a promover un consumo informado, crítico, responsable y solidario. La participación y el fortalecimiento de los vínculos entre el Estado y las organizaciones son las mejores herramientas que tenemos para defender nuestros derechos.
Desde el SACRA históricamente hemos aportado a la construcción de una cultura de consumo sustentable a través de acciones en diferentes niveles, actualmente desde el apoyo a iniciativas como la Red de Defensores Comunitarios de Derechos y el Programa Valor.Ar hasta la implementación de nuestro tour de compras al Mercado Central para optimizar el ingreso familiar.
PROGRAMA VALOR.AR
Valor.Ar Nuestros Derechos es un programa de la Subsecretaría de Defensa del Consumidor. A través de talleres, encuentros de capacitación y actividades comunitarias brinda herramientas de participación popular para que mujeres y varones conozcan y ejerzan sus derechos.
¿Por qué Valor.Ar nuestros derechos? Porque valoramos el esfuerzo cotidiano de millones de amas de casa para sostener la mesa familiar. Porque valoramos nuestros derechos como consumidoras y la importancia de participar y organizarnos para hacer efectivos esos derechos. Porque valoramos los esfuerzos de las organizaciones que creen en la trascendencia del trabajo colectivo. Porque como sindicato valoramos el desarrollo local, la educación para el consumo, la defensa del empleo y el fortalecimiento de la producción junto al Estado y otras organizaciones.
Si hacemos de nuestro reclamo un derecho colectivo, millones de amas de casa empezarán a ser reconocidas en sus derechos. De allí la importancia del Programa Valor.Ar, ya que en el ámbito de los talleres y encuentros podemos descubrir que nuestras voces suenan más fuerte cuando estamos juntas.
Desde la organización de grupos de vecinas que controlan el cumplimiento de los precios de la canasta familiar en los comercios de sus barrios –y que promueven la compra en los que cumplen–, hasta el aprendizaje de cómo leer el contrato del celular, las actividades de Valor.Ar están destinadas al conocimiento de nuestros derechos de consumo, acuerdos de precios y promoción de una alimentación saludable.
Además ofrece orientación para la adquisición de alimentos teniendo en cuenta aspectos como la estacionalidad, la región, los precios, y promueve la elaboración de menús nutritivos, saludables y al alcance de todos. Pero ante todo, el Programa Valor.Ar nos invita a organizarnos en defensa de nuestros derechos.